Es como intentar asir la emoción
que genera la madrugada
mientras suena el simple tipeo
como si fuesen agujas de reloj,
como un segundero
moviéndose a un ritmo
desparejo, desordenado.
El ritmo de la mente,
de la idea,
que corre,
jadeante,
con sus patitas:
las palabritas.
Intentan llegar a la meta
y no perderse en las lagunas
de mi cráneo.
Debo madrugar
pero no importa.
Las horas no se recuperan,
que genera la madrugada
mientras suena el simple tipeo
como si fuesen agujas de reloj,
como un segundero
moviéndose a un ritmo
desparejo, desordenado.
El ritmo de la mente,
de la idea,
que corre,
jadeante,
con sus patitas:
las palabritas.
Intentan llegar a la meta
y no perderse en las lagunas
de mi cráneo.
Debo madrugar
pero no importa.
Las horas no se recuperan,