18 de julio de 2012

Ánima


Soñé con mi mujer-deseo,
construcción de mi inconsciente
parecida a un viejo amor,
con sus curvas,
extremadamente femenina,
llena de energía
y unos ojos azules
que dolían.

La observaba, alucinado
hasta que fijó sus ojos en mí
y me preguntó:
¿Qué mirás? 
Y no me alcanzaron
las palabras para explicarle,
le dije entre otras cosas
que estaba deleitado
por todo su esplendor, 
lo que irradiaba,
lo que generaba
y lo que era.

Me contestó con un golpe
que no dolió, 
que solo me despertó 
a otro estado de conciencia.

Se dió a la fuga,
mientras la perseguía,
intentando explicarle
lo que me pasaba, 
creo que escuchaba
pero ya sabía 
lo que intentaba decirle.
 Me hizo el favor 
de dejarme verla 
al menos una vez.